La logística
en las empresas siempre ha enfrentado diversos retos, que al pasar el tiempo, se han vuelto una constante. Entre ellos claramente está el ahorro de costos y tiempo para optimizar cada vez más la cadena de abastecimiento. Y junto a estos, llegaron nuevas tecnologías y elementos logísticos con el objetivo de soportar tanto la organización, como la distribución de los diferentes productos.
Como reto logístico, la reducción de riesgos también es uno de los más importantes, ya que con un solo error logístico la operación puede fallar a su totalidad causando costos adicionales, mala atención al cliente, pérdida de inventario, entre otros. Es por ello, que los esfuerzos de las empresas por predecir riesgos y a la vez mitigarlos se convirtieron en su mayor objetivo. Sin embargo, esta vez ocurrió un riesgo que nadie planeaba ni logró predecir para preparar a todos los sectores frente a este. Es así como el mundo entero se paralizó debido a un pandemia causada por el virus COVID-19 generando retos más grandes para continuar abasteciendo a la sociedad.
Gracias a los avances logísticos que se han llevado a cabo en los últimos años, esta actividad esencial, ya parecía una acción dada por hecho para los consumidores, pues la optimización se debía precisamente para la satisfacción de ellos brindándoles una experiencia única y satisfactoria. Pero, fue la cuarentena que realmente dejó a la logística como la actividad principal para el funcionamiento de nuestra sociedad, fue con el COVID-19 con el cual la logística empieza a protagonizar ya no solo por las empresas sino también por parte de los consumidores.
A pesar del confinamiento aplicado en la mayoría de los países del mundo, los sectores de alimentos, salud y farmacéuticos fueron los únicos que jamás dejaron de operar para satisfacer las principales necesidades de las personas. Sin embargo, fueron los primeros en cambiar sus operaciones logísticas para proteger tanto a los empleados como clientes y pacientes.
Tanto el sector de alimentos como el farmacéutico decidieron robustecer su logística
a un nivel máximo de practicidad para vender y seguridad para distribuir. Es aquí donde el e-commerce, para estos sectores y otros, reafirmó también su importancia en la sociedad para dejar de ser solo una tendencia y convertirse en el único canal de venta seguro para las personas.
Ahora que el comercio y la vida en sí misma se está reactivando en la mayoría de los países y que el riesgo del virus sigue latente en el mundo, la alternativa que ha desempeñado la economía sin duda son los domicilios. Los cuales cada vez más son aplicados con el menor contacto posible a través de aplicaciones que permiten generar la trazabilidad completa desde que se compra el producto por medio de un marketplace hasta la entrega y satisfacción del cliente, todo esto sin tener que siquiera tener contacto con el distribuidor o generar un soporte de entrega tradicional. Un concepto nuevo llamado contactless delivery.
Para los casos en que las empresas no pueden acceder a un ecosistema digital para realizar un contactless delivery, han adoptado nuevas medidas de almacenamiento y distribución para garantizar la protección del producto, la salud del personal y la salud del cliente. Entre esas nuevas medidas una de ellas ha sido la utilización del plástico retornable con el cual siguen respondiendo a los desafíos de ahorro en costos y tiempo, pero también responden a las nuevas necesidades de seguridad contra el virus. Como alternativas, el uso de organizadores plásticos, cajas plásticas y canastillas plásticas se hace más común en las empresas tanto colombianas como en los demás países.